martes, 15 de enero de 2013


La madera que usa el carpintero está en el árbol casi en las mismas condiciones, solo contienen más humedad y algunos aceites y resinas. De esta manera trabajamos con un material ciertamente vivo. Esta es una de las razones del encantamiento que nos provoca. Otras son la nobleza de su resistencia, belleza, utilidad y versatilidad.
La idea de crear una escuela de carpintería nació de la observación durante años que los buenos “carpinteros” hay ido desapareciendo sus técnicas se han ido perdiendo y la vorágine de modernos materiales compuestos, formados principalmente con descartes de madera, han ido copando el uso de la madera en estado natural. Ciertamente también hubo un incremento del costo debido a fletes e intermediarios, en algunos casos, inescrupulosos.
Ni hablar de las escasas o flojas políticas actuales de reforestación y utilización del recurso maderero. Recurso que indudablemente es renovable.